Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con una maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas magistrales en un https://victorwgty006844.digitollblog.com/38444831/el-cabezazo-de-zidane-una-de-las-mayores-polémicas-del-fútbol